La antigua Roma, por María

La historia de los primitivos reyes romanos es una curiosa mezcla de leyenda y realidad. Tarquinio Prisco mejoró Roma construyendo el alcantarillado y erigiendo un templo en honor al dios Júpiter. Más tarde, Roma se convirtió en una república gobernada por representantes del senado (el consejo de nobles). Augusto fue el primer emperador reconocido por el senado.

Las mujeres ricas, por lo común, se quedaban en casa dirigiendo las labores domésticas y cuidando a los niños. Las mujeres pobres, por su parte, trabajaban tanto en casa como en el campo. Los ricos daban grandes banquetes.

Los esclavos servían a los comensales carne, pescado y fruta. La gente pobre comía sopa de habas y pan.

A los estudiantes romanos se les enseñaba a ser buenos oradores. Las clases empezaban antes del amanecer. Las niñas, en casa, aprendían a hilar, tejer y coser.

Autora: María

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