Estos días, igual que siempre les digo a mis niñ@s, nos hemos planteado un sueño: todos y todas tenemos que ir a la universidad.A veces se cree como en este artículo que las condiciones de partida, por ejemplo el nivel de estudios de las familias, puede condicionar el futuro de nuestros hij@s.
Otros nos dicen, que el problema tiene que ver con el nivel económico de las familias (el 43% de los niños y niñas de las familias más pobres abandonan los estudios).
Pero las cosas no tienen por qué ser así.
Si nosotr@s, padres y madres, tutores legales y profesor@s, tenemos unas altas expectativas hacia las posibilidades de logro de nuestros niños y niñas; esta cadena, que en muchas ocasiones se da, se puede romper. Tenemos que trabajar duro para perseguir nuestros sueños, para conseguir que nuestros hijos e hijas, nuestros alumn@s, consigan los suyos.
No nos conformemos con menos. Soñemos con lo mejor para nuestros hijos e hijas, para nuestros alumnos y alumnas.
Todos y todas merecemos la mejor educación posible: porque enriquece nuestras perspectivas, porque nos ayuda a comprender el mundo de una forma más amplia, porque nos ofrece mayores posibilidades de desarrollo personal y laboral... porque nos merecemos lo mejor!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario