Al otro lado de la puerta había un monstruo gris que no la dejaba respirar, que le ponía la mano en el cuello, no la dejaba andar, le ponía una venda en los ojos y allí no gritaba de alegría sino de miedo y de tristeza.
Estuvimos pensando sobre que a veces l@s poetas o en las letras de las canciones no se suelen decir las cosas de manera literal y que a veces se dice de forma figurada. Nos pusimos a pensar sobre qué podría ser ese monstruo gris, y rapidamente una de las chicas dijo: un hombre que maltrataba.
A partir de ahí empezamos a hablar sobre noticias que hemos visto en la televisión y sobre situaciones que nos quedan más cercanas. El diálogo parecía ser la solución a los problemas, el intentar buscar un lugar para hablar y contar cómo nos sentimos y cómo nos hacen sentir las situaciones de violencia podía ser la mejor forma de hacer que éstas no se volvieran a repetir. También pensamos que era importante aprender a respetar, a tolerar, a querer, a bien querer y querer lo mejor para las personas que queremos, desde muy pequeñ@s, sabiendo que nadie pertenece a nadie y que debemos respetar la libertad de todas las personas.
Después de la charla escribimos en nuestras puertas violetas nuestros mensajes por un mundo sin violencia, sin violencia contra las mujeres y sin violencia de ningún tipo.
Os dejamos algunas fotografías de la mañana. En cuanto tengamos el vídeo del cole lo compartiremos por aquí.
¡Por un mundo sin violencia!
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