El hombre que plantaba árboles

"Para que un personaje manifieste sus más excepcionales cualidades, hay que tener la fortuna de poder observar su actuación a lo largo de muchos años. si dicha actuación está desprovista de todo egoísmo, si obedece a una generosidad sin par, si es del todo cierto que no abriga un afán de recompensa y que, por añadidura, ha dejado una huella patente sobre la faz de la tierra, entonces no cabe error alguno".

Así comienza el maravilloso libro de Jean Giono. La primera versión del mismo publicada en 1954 fue titulada "The man who planted hope and grew happiness". Más tarde Giono escribiría a un admirador que su propósito "era hacer que la gente amara a los árboles, o, para ser más exacto, hacer que amen el plantar árboles". Con nosotr@s lo ha conseguido.


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